jueves, 26 de enero de 2023

Tutorial para gustar de un helado


TUTORIAL PARA GUSTAR DE UN HELADO

 

«Vaya estupidez —pensarán muchos con solo leer el título—. Desde que tengo uso de la razón como helados, y este tipo pretende instruirme cómo hacerlo. Uno más que quiere hacerse famoso escribiendo en la Web».

Entiendo y acepto la crítica, yo tampoco me detendría a leer consejos sobre cómo comer una porción de pizza o una milanesa, así pues, siéntase libres de abandonar la lectura en este punto.

Pero antes de que tomen una decisión apresurada, me permito sugerirles que consideren la alternativa de distraer solo unos pocos minutos para incursionar en el tortuoso terreno al que ingresamos desde el mismo instante en que nos decidimos a comprar un helado. Y no exagero, ese simple acto nos somete a un cúmulo de conflictos físicos y emocionales, sobre los cuales no tomamos consciencia porque, siéndonos tan familiares, los abordamos de un modo irreflexivo, como veremos a lo largo de estas líneas.

Una consideración previa. El presente tutorial está destinado exclusivamente a quienes consuman helados servidos en cucurucho. Los fieles a los recipientes de telgopor, las tulipas de barquillo ondulado o los vasos en general, no encontrarán nada útil en el texto.

 Vayamos entonces a lo nuestro.

domingo, 1 de enero de 2023

Érase una vez El Bajo

 

 


  

ÉRASE UNA VEZ EL BAJO

CRÓNICAS DE BUENOS AIRES

 

Es esta la historia de un acontecimiento en una ciudad que ya no existe.

El Bajo era el apodo que los habitantes de Buenos Aires adjudicaban a la extensa franja paralela a las aguas del Río de la Plata, que se extiende desde Retiro hasta La Boca, de tan solo dos cuadros de ancho donde las calles describen una pronunciada pendiente hasta desembocar en el puerto de la Ciudad.

En la actualidad, el tramo norte de dicha franja ostenta el nombre de Catalinas Norte, denominación que le otorga un atributo de respetabilidad mucho más apropiado con las actividades que allí se realizan.

En efecto, debido a su cercanía con la City porteña, hacia fines de los 60’s, del siglo pasado —maravilloso, la idea de siglo pasado remite a épocas remotas, y, sin embargo, podemos hablar de experiencias vividas a mediados de dicho periodo—, se inició un proceso de urbanización con la construcción de edificios de oficinas, tendencia que cobró vigor particularmente durante los años 90. Hoy dominan allí edificios y torres de fachadas vidriadas en los cuales sentaron sus reales las casas matrices de muchas de las principales compañías del país. Pueblan sus calles autos de lujosas marcas, junto a hombres y mujeres luciendo atuendos propios del mundillo corporativo.

Pero no siempre fue así.