TUTORIAL PARA GUSTAR DE UN HELADO
«Vaya estupidez —pensarán muchos con solo
leer el título—. Desde que tengo uso de la razón como helados, y este tipo
pretende instruirme cómo hacerlo. Uno más que quiere hacerse famoso escribiendo
en la Web».
Entiendo y acepto la crítica, yo tampoco
me detendría a leer consejos sobre cómo comer una porción de pizza o una
milanesa, así pues, siéntase libres de abandonar la lectura en este punto.
Pero antes de que tomen una decisión
apresurada, me permito sugerirles que consideren la alternativa de distraer solo
unos pocos minutos para incursionar en el tortuoso terreno al que ingresamos desde
el mismo instante en que nos decidimos a comprar un helado. Y no exagero, ese
simple acto nos somete a un cúmulo de conflictos físicos y emocionales, sobre
los cuales no tomamos consciencia porque, siéndonos tan familiares, los
abordamos de un modo irreflexivo, como veremos a lo largo de estas líneas.
Una consideración previa. El presente tutorial
está destinado exclusivamente a quienes consuman helados servidos en cucurucho.
Los fieles a los recipientes de telgopor, las tulipas de barquillo ondulado o
los vasos en general, no encontrarán nada útil en el texto.
Vayamos entonces a lo nuestro.