PERIODISTAS
Apunte 1
¿POR QUÉ
LOS PERIODISTAS INTERRUMPEN
A SUS ENTREVISTADOS?
Este es el primer apunte de la serie
sobre periodistas referida en la Introducción.
Imaginemos que estamos viendo por primera
vez Psicosis de Hitchcock, y en la escena
de la ducha, justo cuando aparece la sombra tras la cortina,
se corta la luz; sin duda, el Tano
Pasman aflorará en nosotros con inusitada virulencia: ‘¡Nooo!
¡Noooo! ¡lpqtp!’.
Algo parecido estalla en nuestro interior
cuando un periodista corta la palabra de su entrevistado en el preciso momento
en que éste está a punto de proporcionar información esencial sobre el tema por
el cual fue convocado. .
Interrumpir la respuesta a una pregunta
se ha convertido en una práctica habitual en muchos de los programas
periodísticos de radio y televisión (y eso que nuestros padres no se cansaban
de repetirnos: ‘No se interrumpe cuando otra persona está hablando’). Actitud incomprensible
si consideramos que la decisión de entrevistar a un personaje responde a la
idea de que puede aportar información de interés para la audiencia.
Claro es que existen razones de
programación (horarios que deben ser cumplidos) o de índole comercial (tandas
publicitarias ya comprometidas con los anunciantes) que son inevitables.
También son comprensibles (y muchas veces bien venidas) aquellas interrupciones
que contribuyen a enriquecer el reportaje, aportando información relevante o
poniendo en evidencia una falsedad o contradicción. Pero hay otras
interrupciones que tornan las entrevistas en contiendas por quién se apropia de
la palabra, cuyo resultado es una sucesión caótica de frases inconexas y
conceptos truncados.
Y es éste el tipo de interrumpidores[1] a los que voy a referirme.